El senderismo es una actividad muy gratificante, que combina ejercicio físico, contacto con la naturaleza y desconexión mental. Sin embargo, cuando se practica en días calurosos, es fundamental prepararse adecuadamente para evitar golpes de calor, deshidratación y otros riesgos asociados a las altas temperaturas.
Desde Farmacia L’Església te damos una guía práctica sobre qué llevar en tu mochila si vas a hacer una ruta de senderismo con calor. Así disfrutarás del recorrido de forma segura y con total tranquilidad.
1. Agua: tu mejor aliada
La hidratación es clave. Lleva siempre una cantidad suficiente de agua, teniendo en cuenta la duración y exigencia del trayecto. En días calurosos, se recomienda beber pequeñas cantidades con frecuencia, incluso si no se tiene sed. Una opción útil puede ser llevar una botella isotérmica para mantener el agua fresca durante más tiempo.
2. Protección solar
La exposición al sol durante largos periodos puede provocar quemaduras, envejecimiento cutáneo prematuro y aumenta el riesgo de cáncer de piel. Es fundamental aplicar un protector solar de amplio espectro antes de salir y reaplicarlo cada dos horas o después de sudar. También es aconsejable llevarlo en la mochila para renovarlo durante la caminata.
3. Ropa adecuada
Opta por ropa ligera, transpirable y de colores claros. Elige tejidos técnicos que ayuden a evacuar el sudor y eviten la acumulación de calor corporal. Un sombrero o gorra de ala ancha también es imprescindible para proteger la cabeza y el rostro del sol directo.
4. Gafas de sol
Unas buenas gafas de sol con protección UV son esenciales para proteger los ojos de los rayos solares. Además de evitar molestias, previenen problemas oculares como la queratitis o la degeneración macular.
5. Sales minerales o electrolitos
Con el sudor se pierden no solo líquidos, sino también minerales esenciales. Llevar algún complemento de sales minerales puede ayudarte a mantener el equilibrio electrolítico, especialmente en rutas largas o con mucho esfuerzo físico. Consulta siempre con tu farmacéutico para saber cuál es el más adecuado para ti.
6. Alimentos energéticos
Lleva snacks ligeros y fáciles de digerir, como frutos secos, barritas energéticas o fruta deshidratada. Son una buena fuente de energía sin ocupar demasiado espacio ni requerir refrigeración.
7. Botiquín básico
Un pequeño botiquín con lo esencial puede marcar la diferencia en caso de emergencia: tiritas, gasas, antiséptico, analgésicos básicos, un repelente de insectos y, si lo necesitas, tu medicación habitual. Todo bien organizado y protegido del calor.
8. Móvil cargado y documentación
Aunque vayas acompañado, es importante llevar el teléfono móvil completamente cargado y, si es posible, una batería externa. Informa a alguien de confianza de tu ruta y hora estimada de regreso. También es útil llevar una copia del DNI y la tarjeta sanitaria.
9. Mapa o GPS y conocimiento del terreno
Aunque hoy en día muchas rutas están señalizadas y las aplicaciones móviles son de gran ayuda, llevar un mapa físico y conocer bien el terreno es una precaución inteligente. La prevención es siempre la mejor herramienta.
Con estos elementos en tu mochila, estarás preparado para disfrutar de la naturaleza sin poner en riesgo tu salud. Recuerda que la prevención y una buena planificación son las claves para un senderismo seguro en días calurosos.
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